El jugador estrella de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, ha demostrado que por encima de todo el dinero que le pagan y de todo ese prestigio que ha se ha ganado a través de tantos años en la NBA, está la gran pasión que siente por el baloncesto. Para Kobe, el baloncesto representa algo muy grande en su vida.

Es muy difícil que un jugador que haya jugado durante más de quince años consecutivos en el baloncesto más fuerte del mundo, se haya librado de las dolencias o lesiones. Kobe Bryant no ha estado exento de esto, por supuesto; sin embargo, por encima de cualquier malestar jugar es lo principal para el escolta de Los Lakers.

Pau Gasol, su compañero de equipo ha dicho al referirse a él: " Tiene un gran carácter. Es un luchador, posee una capacidad de sacrificio enorme y deseo de jugar muy grande, más grande que el de nadie, prácticamente. Así lo ha demostrado en toda su carrera. Ha sido capaz de jugar casi con cualquier dolor".

Y es muy cierto. Se conoce que de un tiempo a esta parte una de sus rodillas y un tobillo lo han estado molestando considerablemente, sin embargo, Kobe no deja de jugar, y no deja de rendir que es lo más importante. Esta temporada arrancó además con problemas en una muñeca pero él no es de los que gusta tomarse días por alguna dolencia, todo lo contrario; su placer es el juego.

La prueba más fehaciente ha sido su reciente fractura del tabique nasal provocada por una falta de Wade durante el último juego de Las Estrellas. La misma generó los rumores sobre un descanso necesario del escolta debido a la lesión, sobre todo para su siguiente partido contra Minnesota, sin embargo, Bryant hizo todo lo posible para no estar ausente y con su máscara protectora estuvo jugando durante todo el partido, donde por cierto brilló como el gran enmascarado de Los Lakers al ayudar a su equipo a una rotunda victoria.

Sin dudas, esa pasión que siente por el juego ha influido considerablemente en sus magníficos resultados que lo convierten hoy por hoy en uno de los más grandes de la historia de este deporte, sin dudas.

foto: wikimedia conmons