Uno de los jugadores más especiales de los últimos años va a recibir uno de los mayores honores posibles en la NBA. Los Spurs han anunciado formalmente que retirarán el número 12 de Bruce Bowen en una ceremonia que se celebrará el próximo 21 de marzo. Ese día, San Antonio recibe a los Timberwolves de Ricky Rubio.

Bowen ve así premiada su capacidad para el “trabajo sucio”, clave en los tres últimos anillos conseguidos por el equipo tejano. Como el técnico Gregg Popovich afirmaba en el comunicado emitido por la franquicia, “los Spurs no hubieran ganado los campeonatos NBA de 2003, 2005 y 2007 sin Bruce Bowen”.

 

Pese a que en la retina de muchos aficionados quedará grabada la imagen de Bowen como un jugador en ocasiones excesivamente agresivo (la patada a Wally Szczerbiak es el mejor ejemplo), el alero fue vital como contrapunto de los Spurs de Tim Duncan, Manu Ginóbili yTony Parker. Todo un hito para un jugador que llegó a empezar su carrera profesional en Francia tras no ser drafteado en 1993.

Tras entrar en la NBA en 1997 con Miami gracias a un contrato de 10 días, Bowen no dejó ya la mejor liga del mundo, pasando por Celtics, Sixers y, nuevamente, Heat hasta 2001. Ya consagrado como uno de los mejores exteriores defensivos de la NBA, Bowen firmaba contrato con San Antonio. Tres anillos y cinco entradas consecutivas en el mejor equipo defensivo de la liga adornaría su carrera en el equipo tejano.

Bowen cerraría su carrera en 2009, tras ser traspasado por San Antonio a Milwaukee en la operación que llevaría a Richard Jefferson a los Spurs. Nunca llegaría a debutar con los Bucks. Actualmente, Bowen sigue vinculado al baloncesto como comentarista televisivo en ESPN.

Hasta la fecha, sólo seis jugadores han visto su número retirado en los Spurs (James Silas, George Gervin, Johnny Moore, David Robinson, Sean Elliott y Avery Johnson). Bowen tendrá el honor de tener el honor de ser la séptima camiseta colgada del AT&T de San Antonio.

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