Mucho se ha hablado (y se hablará) de la carencia que tienen Los Angeles Lakers en el puesto de base. Su ‘1’ titular es un gran jugador y merece un respeto, pero Derek Fisher a sus 37 años ya no está para ser titular en un conjunto de la exigencia de los de oro y púrpura. Si bien en las últimas jornadas se ha mostrado como un buen pasador, las asistencias nunca han sido un fuerte en su carrera y siempre se ha caracterizado por ser un excelente tirador en los momentos calientes. Con Fisher en la dirección y. tal y como está construido el equipo angelino, lo mejor sería intentar el fichaje de un nuevo timonel. Y uno de los más adecuados es, sin duda, José Manuel Calderón.
Es cierto que Fisher era el más indicado con Phil Jackson en el banquillo. Al ‘maestro zen’ nunca le gustó tener un base al uso en el equipo titular, pero sin el legendario técnico en el banquillo, y sin la velocidad que el jugador poseía con unos años menos, la cosa cambia. Mike Brown debe imprimir en estos Lakers su propio estilo. Y para ello necesita un ‘director’ en la cancha que sea capaz de surtir de buenos balones a Pau Gasol y Bynum, una de las mejores parejas interiores de la NBA.
Porque, aunque Kobe parece estar pasando una segunda juventud, no podrá mantener este ritmo anotador durante toda la campaña y mucho menos a lo largo de los playoff. La ‘Mamba Negra’ es un crack, un jugador superlativo, pero si el equipo depende en exceso de su producción en ataque, se convierte en previsible. Y también en frágil.
De esta forma, la incorporación de un jugador Como José Manuel Calderón a la plantilla de L.A. se antoja necesaria. Por encima de jugadores estrella como Chris Paul, cuyo fichaje infructuoso casi pedía la reestructuración del equipo, el español sabría asumir un rol mucho más secundario. Sería capaz de gestionar la voracidad de Bryant, de ofrecer buenos balones a los hombres interiores, y de asumir los tiros que ahora falla Derek Fisher.
Además, su contrato de aproximadamente 10 millones para esta temporada y la siguiente no le hace ser un jugador prohibitivo para lo que puede dar al público del Staples Center. Un traspaso que incluyera a un Metta World Peace (a.ka. Ron Artest) invisible en este inicio de temporada (7 millones en los tres próximos años) y a Steve Blake (4 millones durante el próximo trienio ), por poner sólo un ejemplo, sufragaría su incorporación. Luego, sería el momento intentar otro traspaso para mejorar el banquillo, pero eso ya es otra historia.
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