Kevin Durant ha sido siempre considerado uno de los mejores anotadores de la historia del baloncesto. Capaz de meter la pelota en el aro desde cualquier posición del campo de ataque, desde su época en Seattle y luego Oklahoma, KD ha sido revolucionario. Con la altura de un interior, el manejo de un base y los porcentajes de un tirador de élite, Durant llegó a la liga como el primer unicornio, un término que se ha utilizado para definir a perfiles nunca vistos. Tan histórico que anoche se convirtió en el octavo máximo anotador de la historia de la NBA, superando a Shaquille O'Neal en el duelo ante los Sixers. 

 

 

 

Lo hizo en el inicio del tercer cuarto, a la salida de vestuarios, con un tiro de media distancia marca de la casa con el que tantas veces ha marcado la diferencia, por tamaño y calidad. Uno que ponía a los Suns doce arriba. Y tras enlazar tres partidos seguidos sin superar los 20 puntos, contra Boston (20), Charlotte (13) y Milwaukee (11), por fin ante los Sixers pudo batir la marca de Shaq. Y fue la leyenda de Magic, Lakers y muchas otras franquicias la encargada de felicitar a KD a través de un vídeo en las pantallas del Footprint Center para alegría de la afición. O'Neal, que jugó una temporada y media en Phoenix, dejaba claro que si alguien tenía que superarle en la lista, nadie mejor que Durant para hacerlo. Y se convierte en otra víctima más. 

 

 

Y sus dos últimos años han sido un constante de subir posiciones en el ranking histórico. Empezó la campaña 2022/23, todavía en Brooklyn, vigésimo primero en la lista, y acabó ya con el uniforme de los Suns décimo tercero. Por el camino superó a Alex English, Vince Carter, Kevin Garnett, John Havlicek, Paul Pierce, Tim Duncan, Dominique Wilkins y Oscar Robertson. Se colaba en la élite máxima, y solo estaba empezando su escalada. Porque en lo que va de 2023/24 ha hecho lo propio con Hakeem Olajuwon, Elvin Hayes, Moses Malone y el que fue su compañero en los Juegos Olímpicos, Carmelo Anthony. El último en caer, esta misma noche, Shaquille O'Neal, para dejar a Durant octavo en solitario.

Y lo más sorprendente es que su máxima eclosión anotadora ha llegado tras la lesión en el Aquiles, en las NBA Finals de 2019. Tras la derrota de Golden State, Durant decidió dejar los Warriors y mudarse a Brooklyn, donde se perdió su primera temporada completa. Antes de la lesión su promedio era de 27 puntos por partido, incluyendo cuatro títulos de máximo anotador (2010-12 y 2014). Desde su llegada a los Nets primero y ahora en Phoenix, el promedio ha subido a 28,7. 2024 está siendo su segunda mejor temporada en porcentaje de triple (42,4%) y top-5 en porcentaje de tiro (52,8%) y tiro efectivo (58,5%, por detrás de 2021 y 2023) con 28,3 puntos por noche.

 

 

Superando los 25 una vez más, Durant suma ya 15 temporadas consecutivas por encima de la cifra mágica, aunque únicamente 13 contabilizan para los registros por partidos jugados. Su año novato, en el que promedió 20,7 y fue nombrado mejor rookie de la temporada, fue la única excepción. Y Solo LeBron James, con 20 campañas, acumula más. El siguiente jugador en activo es Steph Curry, con 8. Es también el segundo jugador en la historia con más temporadas, siete, de 25+ puntos con un 57% de eficiencia, algo que solo ha superado Shaquille O'Neal con ocho. Combina efectividad con cantidad como muy pocas veces se ha visto en un jugador exterior, y con la capacidad de hacerlo en los momentos más calientes. Los dos MVP de las finales, en 2017 y 2018 son el claro ejemplo, promediando 35,2 y 28,8 puntos respectivamente.

 

 

 

Las lesiones han sido el único motivo por el que no está más arriba en la lista. Desde su época en Oklahoma antes de su primera gran lesión, en 2015, Kevin Durant solo ha llegado dos veces a los 2000 puntos en una temporada, algo que había conseguido cuatro de los cinco años anteriores. Fue en 2016 primero y en 2019, ya con Golden State. Ha promediado, hasta el año pasado y sin incluir la ausencia total durante la temporada 2020, 55,5 partidos por año. La última vez que superó los 60, algo que logró la semana pasada ante los Hornets, fue en 2019 todavía como jugador de los Warriors. Ahora, con 35 años y bien entrado en la etapa final de su carrera, busca dejar huella. Y su siguiente víctima, a casi 3000 puntos de diferencia, es Wilt Chamberlain.