Ninguno de los dos jugó en Navidad, una jornada reservada para los grandes mercados, pero han dejado claro que son dos de los tres mejores equipos de la Conferencia Oeste. Minnesota Timberwolves y Oklahoma City Thunder se encontraban esta madrugada en un partido de redención pública para ambos, con el objetivo de mostrarle al planeta que son merecedores de estar en la jornada de Navidad. Y aunque los Wolves sean el #1 del Oeste, esta madrugada Oklahoma se llevó el duelo. Uno que puede convertirse en la rivalidad de la conferencia, y de la NBA, la próxima década. Por proyectos, y sobre todo, por sus estrellas: Shai Gilgeous-Alexander  y Anthony Edwards. 

El canadiense fue el mejor, con 34 puntos en 19 tiros, además de 9 asistencias y 6 rebotes. Delante tuvo a Jaden McDaniels y lo mandó al banquillo rápido con dos faltas (acabó con cinco), uno de los mejores defensores exteriores de toda la NBA. Ni la presencia de Rudy Gobert en la pintura le privó de atacar el aro. En la otra esquina, Anthony Edwards. Empezó el duelo fallando dos tiros libres y fue la dinámica del partido, donde pese a anotar 25 puntos, necesitó 16 tiros de campo. Supo reconvertirse y aportar en otras facetas, con 6 asistencias y 7 rebotes, pero la defensa de Lu Dort le hizo daño. Y si el duelo del 28 de noviembre, en la última jornada del In-Season Tournament, se lo llevó Minnesota, esta madrugada se han podido vengar los Thunder. Unos que dejaron la etiqueta de futuro hace tiempo: su momento es ahora. 

Porque el equipo de Shai Gilgeous-Alexander ha encontrado el ritmo de crucero y respuestas en el banquillo a los pocos problemas que la temporada regular les ha planteado. Están a una pieza, probablemente un interior veterano, de ser candidatos al anillo con todas las letras. Si no con Denver, Boston o Milwaukee, en el segundo escalón de favoritos. Porque tienen un jugador de nivel MVP en sus filas, como es el canadiense, y lo han rodeado con una receta casi perfecta. A un lado, en Chet Holmgren, un novato que le está quitando el premio al rookie del año a Victor Wembanyama; al otro, Jalen Williams, cada día mejor jugador y uno de los robos del draft de 2022.

Y por detrás, Lu Dort, Josh Giddey y la eficiencia de un banquillo que ayer tuvo un impacto enorme desde el triple. Kenrich Williams o Isaiah Joe son jugadores que aportan ya. Un equipo compacto, pero al mismo tiempo, el más joven de la NBA. Y pese a ello, el sexto mejor récord de toda la liga. Aunque los Wolves siguen como #1 en el Oeste, y uno de los dos equipos que todavía no ha llegado a las 8 derrotas. Son la mejor defensa de la NBA, 1.8 puntos por 100 posesiones mejor que el segundo, un equipo de la vieja escuela con dos presencias interiores dominantes en Gobert y Karl-Anthony Towns, y un anotador puro como Edwards. Ambos proyectos llegan para dominar la conferencia, y el 20 de enero se volverán a ver y quizá no es la última vez esta temporada.

 

Vigesimoséptima derrota consecutiva de los Pistons, a quien ni los 41 puntos de Cade Cunningham les sirvieron. Delante, unos Nets que no tuvieron su mejor noche, y fue suficiente para ganar y volver al 50% de victorias. Un parcial de 25-16 en el último cuarto, además de varios errores graves de Detroit, dejaron el partido visto para sentencia. Y el 29, ante Boston, buscarán igualar el récord. También perdieron los Wizards, que volvieron a ver a Jordan Poole brillar, con 30 puntos, pero no supieron frenar la ofensiva de Orlando. Paolo Banchero y sobre todo, Franz Wagner, con 28 puntos, 9 asistencias y 8 rebotes, le dieron el triunfo a los Magic. Y siguen cuartos en el Este, por delante de Miami y New York.

 

 

Sube Chicago, que en las últimas dos semanas ha adelantado a Toronto y Atlanta. Ayer venció a los Hawks en un recital de Andre Drummond en la pintura: 24 puntos, 25 rebotes en su primer partido este año como titular. Suma, en su carrera, 45 partidos de 20+20, el jugador en activo con más con amplia diferencia. Ni siquiera el buen hacer de Trae Young tuvo impacto, y DeMar DeRozan lo cerró en el clutch. Y todavía por delante de los Bulls se mantiene Indiana, que ganó en Houston. Se lució Alperen Sengun, con 30 puntos, 16 rebotes y 4 robos, pero volvió el mejor Tyrese Haliburton, autor de 33 puntos y 10 asistencias, y los Pacers vuelven por fin a ganar un partido gracias al rendimiento de su base en los minutos finales. Todavía con récord positivo en Indiana, sueñan con robar una de las posiciones de playoff o al menos asegurar el factor pista en play-in. Y van en camino.

En New Orleans, mismo guion que la semana pasada. Los Grizzlies, con Ja Morant disponible, remontaron a los Pelicans para acabar llevándose un duelo que se hizo extremadamente largo en los últimos minutos, entre decisiones arbitrales y revisiones. Se fue al tiempo extra y los 31 puntos de Morant lo decidieron en la vuelta de Marcus Smart a las pistas. Desmond Bane anotó 27, Zion Williamson y Brandon Ingram se combinaron para 47 y los Grizzlies que suman cuatro triunfos seguidos desde la vuelta de su estrella. Una menos, tres, llevan los Jazz. El equipo, con Walker Kessler, es uno opuesto al visto a principio de año: 11 puntos, 7 rebotes y 4 tapones desde el banco. Volvió Wembanyama para los Spurs, con 15 puntos, 7 rebotes, 5 tapones y 4 asistencias, y tanto Keldon Johnson como Devin Vassell brillaron. Pero San Antonio ha ganado un partido en los últimos 24 encuentros.

 

 

La jornada la cerraron los equipos de California, como suele ser habitual. Los Blazers dieron la sorpresa ante Sacramento en la gran noche de Duop Reath, autor de 25 puntos. Aunque fue Scoot Henderson, pick #3 del último draft, quien robó los focos, con 17 puntos y 11 asistencias. Y eso que delante tuvo a un De'Aaron Fox absolutamente encendido: 43 puntos, más los 34 de Sabonis. Dura derrota de los Kings. Lo evitaron por poco los Clippers, que recibían a los Hornets, todavía sin Kawhi Leonard, y tuvieron que remontar en el último cuarto. La pareja James Harden y Paul George se combinó para 54 puntos, y Westbrook puso intensidad desde el banquillo con un doble-doble. Y los Clippers son cuartos.