Terminada la temporada 2006-2007 Seattle Supersonics perdía a sus dos talentos exteriores. Tanto Rashard Lewis como Ray Allen abandonaban la franquicia, hoy desparecida, para reforzar dos aspirantes a todo en la conferencia Este, Orlando Magic y Boston Celtics, respectivamente. El traspaso salió bien a los jugadores, ya que Lewis se ganó un sustancioso contrato y pudo participar de una final de la NBA, y Ray Allen se instaló en una eterna juventud que le obsequió con un anillo de campeón y una fiabilidad que no tenía desde sus años en los Bucks.
Allen llegó iniciada la temporada 2002-2003 a Seattle, en un traspaso que terminó con la carrera de Gary Payton en la franquicia y que iniciaba una nueva etapa. Lewis ya jugaba en la franquicia, a la que llegó con 19 años tras ser elegido en segunda ronda del draft. Cuatro temporadas y media coincidieron en los Sonics, con un rendimiento colectivo discreto para la franquicia.